Así cambian tu cara y tu cuerpo a partir de los 30




A medida que envejecemos, el esqueleto se vuelve más frágil y grande. Sin ir más lejos, los huesos pélvicos crecen hasta los 25 o 30 años, cuando el cuerpo se está preparando para dar vida. Tras los 40, la pelvis tiende a estrecharse cada vez más.

La reabsorción ósea tiene lugar y puede afectar al cráneo de diferentes maneras: reducción de la altura facial relacionada con la pérdida de dientes, las prominencias óseas aumentan, la mandíbula inferior se ensancha, las órbitas óseas se vuelven más grandes, al igual que la nariz. Todos estos cambios están relacionados con los cambios de los tejidos blandos que se encuentran debajo de la piel y con la pérdida de elasticidad. Pero principalmente se encuentra relacionado con los dientes y la salud.

Las órbitas óseas, principalmente sus esquinas interiores y exteriores, se vuelven más grandes. Por esa razón, las cejas se ven levantadas y las patas de gallo hacen acto de presencia. A todo esto, hay mucha gente que piensa que los estiramientos faciales es una ayuda para frenar el envejecimiento, algo que no es del todo cierto.