Ha quedado claro, que el limón es una fruta rica en vitamina C. Concretamente cada 100 gramos aporta unos 50 mg, y una porción en torno a 35 mg, un buen aporte si consideramos que las cantidades diarias de vitamina C recomendadas se sitúan en los 90 mg para hombres y en los 75,5 mg para mujeres.
Esta vitamina, también conocida como ácido ascórbico, es necesaria en nuestro cuerpo para la formación de músculos,vasos sanguíneos, cartílagos y el colágeno en nuestros huesos.Además es un potente antioxidante y refuerzo del sistema inmunológico.
Bueno para el corazón
Además de esto, algunas evidencias científicas han apuntado a que el consumo de vitamina C puede ayudar a reducir las enfermedades cardíacas así como el riesgo a sufrir un accidente cerebrovascular.
El limón contiene también altas cantidades de flavonoides,capaces de reducir el efecto de los radicales libres. En este ámbito, varias investigaciones han sugerido que estos compuestos podrían reducir el riesgo de enfermedades cardiacas así como coronarias. Esto parece deberse a que los flavonoides ” mejoran la vasodilatación coronaria, disminuyen la capacidad de las plaquetas en sangre para coagularse y previenen la oxidación de las lipoproteínas de baja densidad (LDL)”, conocido como colesterol malo.
La fibra contenida en los cítricos ayuda a mantener los niveles de colesterol en sangre.