
Las mondas de naranja no tienen porqué ir directamente a la basura, pues todavía tienen unos cuantos usos inesperados. Por ejemplo, si quieres que los fregaderos de acero inoxidable brillen como cuando se estrenaron, la piel de naranja te puede ayudar. Con el fregadero húmedo, basta con ir frotando con la parte blanca de las cáscaras de naranja. Además de brillante, quedará con un delicioso aroma cítrico.