Reduce la cantidad que añades a comidas y bebidas de forma gradual
Una buena forma de empezar a tomar menos azúcar es controlando la cantidad que añades a otros alimentos.
Por ejemplo ve reduciendo poco a poco las cucharadas que añades al café. Lo mismo con el té, los yogures o los cereales. Y de igual manera con la proporción de miel, siropes, mermeladas, edulcorantes artificiales, o salsas, como el ketchup que tomas.
La idea es ir acostumbrándote de manera progresiva al sabor de los alimentos o bebidas sin endulzar para finalmente no tener que añadirles nada.
Pero hacerlo de forma gradual evitará que sientas la ansiedad que podría provocarte hacerlo de manera drástica, al no tener algo (el azúcar) que tu cuerpo te está demandando.